Es un órgano consultivo, constituido según prescribe el c. 492 del Código de Derecho Canónico, que asesora al obispo en la gestión de los recursos económicos y patrimoniales de la Prelatura. Su misión es asesorarlo para garantizar una gestión económica responsable, transparente y la eficiencia en la utilización de los recursos al servicio de la evangelización y el bienestar de las comunidades. Se establece en línea a lo que prevé el Nº 53 de las Orientaciones Pastorales 2023-2026 “Anunciar a Jesucristo Caminando Juntos”: es una instancia de participación, comunión y discernimiento… toman parte en la elaboración de las decisiones significativas de la comunidad y contribuyan a que en la Iglesia se hagan procesos más informados y transparentes en la toma de decisiones y en el uso de los bienes materiales y económicos. Transparencia, supervisión y rendición de cuentas, entre otros aspectos, son factores esenciales para la sinodalidad, pues evitan zonas secretas indebidas y favorecen un sentido de pertenencia y de comunión”.
Este Consejo debe estar compuesto por al menos tres fieles “verdaderamente expertos en economía y en derecho civil, y de probada integridad”. Este equipo revisa presupuestos, informes financieros y propuestas de inversión, asegurando que la administración de los bienes materiales, financieros o de información de la Iglesia reflejen sus valores y responda a las necesidades pastorales y sociales de la diócesis.
A la fecha está compuesto por las siguientes personas:
• Mons. Julio Larrondo Yáñez, que lo preside
• Pbro. Luis Lazo Díaz, Vicario General
• Pbro. Luis Florencio Fernández Ruíz, Administrador de Bienes
• Pbro. Héctor Walter Velásquez Ibarra, Canciller
• Diác. Lyonel Spencer Laulié Ávalos, consejero
• Sr. Carlos Alberto Massad Abud, consejero
• Sr. Carlos Eugenio González Errázuriz, consejero
• Sr. Ricardo Christian Schmidlin Moore, consejero
